sábado, 15 de diciembre de 2012

El Hobbit, una película poco inesperada




Género: Aventura, fantasía
Director: Peter Jackson
Actores: Martin Freeman, Elijah Wood, Cate Blanchett, Luke Evans
Guionistas: J.R.R. Tolkien, Fran Walsh






La semana pasada ya hablábamos en este blog sobre un estreno que tenía a todos los fans de "El Señor de Los Anillos" sin dormir, y por fin ayer pudimos ver en la gran pantalla El Hobbit: Un Viaje Inesperado, la primera parte de una trilogía basada en la obra maestra El Hobbit, de J.R.R Tolkien. Aunque cuando acabó la saga de El Señor de los Anillos, Peter Jackson juró y perjuró que no volvería a hacer más películas sobre la Tierra Media, la grande suma de dinero que debieron ponerle encima de la mesa no tardó en hacerle cambiar de opinión.


3 horas de película nos transportan de nuevo al mundo que Frodo nos mostró en la primera trilogía. De hecho, la ambientación vuelve a estar igual de conseguida: cada detalle, cada paisaje, los numerosos figurantes que aparecen, la lograda caracterización de los personajes...El Hobbit hace que los amantes de esta saga vuelvan a sentirse como en casa y "se reencuentren" con viejos conocidos que tienen sus minutos de protagonismo: Frodo, Gandalf, Gollum, Saruman, Elrom, La Dama de Lorien...
Durante la primera hora de película, se deja de lado la historia de Frodo y se introduce poco a poco la vida de Bilbo Bolson contada por él mismo a su propio sobrino. Se puede apreciar como, al igual que Frodo, Bilbo comienza siendo un joven aparentemente cobarde que nunca ha abandonado la Comarca y se transforma poco a poco en un Hobbit aventurero y valiente que será el protagonista de las ocho horas de duración de esta nueva trilogía.


Todo el que disfrutó con el viaje de Frodo disfrutará también con esta trilogía, pero a los demás se les hará un poco pesada y larga en alguna parte en la que el argumento parece no terminar de arrancar. Uno de los principales problemas a los que se enfrentaba la productora era conseguir continuidad entre la primera trilogía y la segunda para no decepcionar a un público con muchas esperanzas depositadas en este nuevo proyecto, algo que se solucionó cuando consiguieron que Peter Jackson aceptará llevar a cabo este proyecto. Con El Hobbit, Jackson consigue una vez más dejar boquiabierto al público con los espectaculares efectos especiales y con una fotografía que llega incluso a relegar a un segundo plano al reparto en algunos momentos.




Cristina Lloréns

viernes, 14 de diciembre de 2012

¿Quién será el elegido?


Tras el inesperado éxito del libro “Cincuenta sombras de Grey”, llegando a vender 40 millones de ejemplares por todo el mundo, Hollywood esta trabajando para adaptar la erótica historia a la gran pantalla. ¿Tendrá el mismo éxito en taquilla?

Por lo visto, han conseguido vender los derechos de traducción en cuarenta países, y tanto Universal Pictures como Focus Features han comprado ya los derechos cinematográficos.

Suenan campanas sobre quién interpretara al famoso Christian Grey, cuestión que ha suscitado tanto interés que se ha convertido en “trending topic” en las redes sociales. Teniendo en cuenta el físico del personaje, debe encarnarlo un actor de 27 años aproximadamente, alto, fuerte, con el pelo color cobrizo, y unos bonitos ojos azules que transmitan sensualidad. Los actores que encabezan la lista de favoritos son:





Ian Somerhalder
. Manteniendo la descripción del libro, este actor es sin duda el que más se asemeja a las características físicas de Grey. Tanto por su penetrante mirada, sus ojos claros y cabello oscuro. Además, transmite algo sospechoso y su estilo de tipo duro cuenta a su favor.








Matthew Bomer
, a sus 34 años, tiene también muchos, por no decir todos los puntos a su favor. Su mandíbula cuadrada y sus ojos azules le convierten en el ideal para interpretar el papel. Pero a diferencia de Ian Somerhalder, su mirada no hace de él un personaje misterioso.







El londinense, Ryan Gosling, actor principal de la película “Drive”, a pesar de su innegable atractivo, es el que menos se asemeja al físico descrito en el libro.








El famoso británico Henry Cavill, es un buen partido para meterse en la piel de Grey, sobre todo por su físico cautivador que se equipara al descrito en el libro. Actualmente, se prepara para interpretar al nuevo “Superman” en su nueva película que se estrenará el próximo año.











Por último, Robert Pattinson, es el personaje que más papeletas tiene para ser el elegido. No solo porque los físicos podrían coincidir, sino por el mero hecho de que la autora se inspiró en las sagas de “Crepúsculo” para escribir su triología. En las películas, Robert Pattinson (Edward), trata a Kristen Stewart (Bella) como si fuese un “diamante en bruto”, la protege, y la cuida como si su vida dependiese de ello, y la misma historia se repite con Christian Grey al principio del relato, luego la situación cambia por completo.

Tengo que reconocer que a mi personalmente, no me gustaría que lo seleccionasen, porque su presencia y  actitud, no me parecen acordes a las del personaje en cuestión. No obstante, si me dieran a elegir, escogería a Matt Bomer o Ian Somerhalder, por la madurez, elegancia y sensualidad que les caracteriza. Con esto, no quiero decir que no me guste Robert Pattinson como actor, pero considero que no es el más apropiado para actuar en esta película.




Laura Guardiola



domingo, 9 de diciembre de 2012

No tan "buen partido"



Título
Director
Un buen partido
Gabriele Muccino
GuionistaRobbie Fox
Productor
Reparto
Kevin Misher
Gerald Butler, Jessica Biel, Uma Thurman, Katherine Zeta-Jones, Denis Quaid
MúsicaAndrea Guerra
FotografíaPeter Menzies Jr.
Montaje
Duración
Padraic McKinley
106 minutos













Quiero empezar esta entrada lanzando una pregunta: ¿Por qué siempre tropezamos con la misma piedra? Quiero decir: televisiones, radios, prensa, familiares...nuestros propios bolsillos, nos han hecho concienciarnos de que estamos en tiempos austeros, que hay que ahorrar (más que ahorrar, no gastar, porque ahorrar es bastante difícil si no hay ingresos), gastar menos agua, apagar las luces, no salir tanto a cenar...y si puede ser, y más aun con la subida del IVA en cultura, no ir al cine. Pues bien, fin de semana tras fin de semana los cines están llenos. ¿Y por qué digo esto para comenzar hablando de esta película? Porque como decía, siempre caemos en la misma tentación de ir a ver comedias románticas sin argumento y sin calidad al cine. Y en el caso de "Un buen partido", servidora, y las cien personas más que llenaban la sala, no hemos sido menos. Tanto hay que ahorrar, y nos gastamos 8€ más coca-cola y palomitas para ir a ver una película propia de un día de sofá y manta.

     Solo con ver el cartel de la película se sabe de qué va. El típico triángulo amoroso, el galán, las tías buenas, y el "otro tío", todo ambientado en el mundo del fútbol, son los ingredientes de este film. No tiene un argumento original, no tiene actuaciones estelares pese a tener un buen reparto, el montaje no nada bueno (para mí lo peor de la película), música, fotografía...nada destaca, pero el largometraje cumple su propósito y entretiene. 

      Me ha llamado especialmente la atención el papel de desempeña Gerald Butler (300). Tras haber sido descubierto por todos en la película de acción "300", en esta película hace de un ex futbolista que lo dejará todo por estar con su mujer y su hijo. Un registro al que no nos tenía acostumbrados pero que resuelve más que bien debido a su físico envidiable, su perfecta sonrisa, y el look desenfadado que lleva en todas las escenas que le sienta muy bien. 

      Las apariciones estelares de Uma Thurman, Katherine Zeta-Jones y Denis Quaid dejan bastante que desear, y cada vez me da más rabia que los directores busquen hacer caja poniendo un reparto "conocido" en películas que no valen lo que ellos. Pero en fin, el dinero es el dinero. Jessica Biel se salva de este apartado porque la verdad es que ella me ha hecho creerme su papel.

        Por lo demás, es una comedia entretenida y fácil de ver que a quien no le duela gastarse 10 € en el cine puede verla. 

  María Gurrea

martes, 4 de diciembre de 2012

La vida de Pi, algo más que una película


Imagen con el cartel de 'La vida de Pi'


En el post anterior hablábamos de la nueva tendencia que ha despertado entre los directores de cine de llevar a la gran pantalla grandes libros, "best-sellers". La última en hacerlo esta semana ha sido Ang Lee,directora de la película ‘La vida de Pi’. 

El film consigue que el espectador se implique emocionalmente con la vida (y el posterior sufrimiento) de Pi utilizando, entre otros recursos, la voz en off del propio protagonista cuando es adulto. Este punto, puede que intrascendente para muchos, es algo que suelo odiar porque me quita misterio, pero no obstante lo anterior, sigamos. 

La película está claramente divida en dos partes: el conocimiento/encariñamiento/suspiros amororos por Pi, y su sufrimiento. En la primera parte la directora consigue lo que quería, que cada espectador quiera un Pi en su vida al hacernos partícipes de sus relaciones tanto personales como ideológicas (adscripto a un sinfín de religiones).

La "culpa" de que esta película sea inolvidable la tiene Ang Lee. Hasta ahora, solo ella ha conseguido utilizar de manera conveniente y cinematográfica la tecnología, habitualmente cansina, del 3D. Así, la usa como un arma más para remarcar el argumento, para sumergirte en la historia. Así, el apartado visual del film está cuidado al máximo, no solo por el 3D, sino también por su espectaculares colores vivos y llamativos. Y es que la fotografía es tan espectacular que la actuación de Suraj Sharma puede pasar un tanto inadvertida. Aunque indudablemente, nunca es fácil trabajar con un tigre digital a tu lado, sin una persona que te conteste y guíe tu actuación. Por lo demás, sorprende la fugaz presencia de Gérard Depardieu y es incuestionable la solidez del resto del reparto, pero su presencia es bastante reducida en comparación con Sharma.


Con todo, durante los 140 minutos de proyección, la película tiene ritmo y no se hace nada pesada. Una película digna de ver, para todos los públicos, sobre todo para los que sean de lágrima fácil.


María Gurrea